¡Ah qué genio, doña Sara! _ se anima a decir un joven afeminado, un nuevo elemento dentro de la producción que parece no intimidarse con el mal genio de la primera actriz_. Se ve muy guapa hoy, así que sonríale a la cámara _ le ofrece un vaso grande de agua de limón, Esta bien fría, como a usted le gusta. Ándele, abuelita, no sea arisca_ le palmea el dorso de la mano.
_¿Es usted siempre tan igualado,joven? _le arrebata el vaso y se lo bebe hasta el fondo. Sara empieza a sentirse culpable, a lo mejor exageró la nota con sus compañeros.
_¡Ah, qué muchachos de hoy! ¡Mira que en mis tiempos! _repite una de sus frases emblemáticas en el cine nacional.
A la gente le hace gracia que ella se posesione de sus personajes, así sienten la cercanía con la encantadora abuelita de ficción y no con la actriz de carne y hueso. Ese truco lo aprendió hace años, cuando empezaron a reclamarle sus explosiones de carácter y arranques de diva una diva sin dientes.
(Divas, MARÍA E. SILANES)
_¿Es usted siempre tan igualado,joven? _le arrebata el vaso y se lo bebe hasta el fondo. Sara empieza a sentirse culpable, a lo mejor exageró la nota con sus compañeros.
_¡Ah, qué muchachos de hoy! ¡Mira que en mis tiempos! _repite una de sus frases emblemáticas en el cine nacional.
A la gente le hace gracia que ella se posesione de sus personajes, así sienten la cercanía con la encantadora abuelita de ficción y no con la actriz de carne y hueso. Ese truco lo aprendió hace años, cuando empezaron a reclamarle sus explosiones de carácter y arranques de diva una diva sin dientes.
(Divas, MARÍA E. SILANES)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario